La frase infinita de Douglas Davis

En el hipertexto también hay un lugar para el arte. “La escritura es ese lugar neutro, compuesto, oblicuo, al que van a parar nuestro sujeto, el blanco-y-negro en donde acaba por perderse toda identidad, comenzando por la propia identidad del cuerpo que escribe”. Esto afirma Barthes al inicio de su texto sobre la muerte del autor en la etapa contemporánea, sobre la pérdida de identidad del creador. Es cierto que en la ficción, cuando se inventa, todo lo que se construye pasa por el filtro interior de quien lo construye. Pero el artista, crítico y escritor norteamericano, Douglas Davis, quiso hacer una frase infinita, que no acabase nunca. Un texto virtual de escritura múltiple donde no hubiese un fondo. Pero tal vez si existiese un sentido que no se reflejaba en la lectura sino en la mera acción de escribir.

Todos los visitantes podían participar aportando sus propias palabras. Es decir, alargando la frase, incluyendo más texto a esta escritura interminable que pretendía ser una especie de dialogo múltiple. Según las ideas de Barthes este dialogo contendría un todo que se recoge en la participación. El espectador deja de lado su pasividad y se convierte en un agente activo en la experiencia estética. “La unidad del texto no está en su origen, sino en su destino” afirma Barthes.

De este modo, el lector del hipertexto personaliza la obra, puede tener una lectura singular ya que está condicionada por la propia experiencia. El texto creado por los que han participado en la obra de Davis tiene mil focos, y un único mensaje directo: no tener final.

Foucault mostraba interés por las formas que designaban estructuras descubribles en su apariencia. En su obra, La arqueología del saber (1969), describió un método donde el análisis de una obra iba desde la exterioridad aparente hasta el núcleo de interioridad. Lo de “fuera” constituía al mismo tiempo un “dentro” que era aplicable a la realidad: en una sociedad (“fuera”) saber cómo funcionábamos nosotros (“dentro”). Si aplicamos las ideas de Foucault a la obra de Davis, podemos llegar a la conclusión que todo el texto configura un “fuera” que nos acerca al núcleo interior. Cada aportación de los diferentes ciudadanos del mundo ha creado un todo que pretende desplazar a la figura del autor. The World’s First Collaborative Sentence se trata de una experiencia estética a través del lenguaje  que involucra a los espectadores porque les hace hablar. De esta manera, en lugar del autor, es la frase infinita, la creación colectiva, la que se comunica directamente con el espectador. 

6 comentarios en “La frase infinita de Douglas Davis

  1. Interesante. El yo fragmentado, una nueva fórmula ontológica en virtud de la hipertextualidad, aunque un yo desplazado no sé si puede ser asumible ( e incluso aceptable, el ego es el ego) En qualquier caso desde nuestro nacimiento estamos elaborados a partir de fragmentos culturales y ambientales, y todos somos autores que centrifugamos en la medida que interactuamos en multitud de ámbitos. En fin, que todos (o al menos buena parte de nuestro yo) sugimos una creación cultural colectiva.

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  2. Ara nosaltres també som co-autors del text, ja no estem mirant i escoltant ara podem formar part de la seva pròpia edicció. I com sempre la humanitat evoluciona i la cultura evoluciona conjuntament perquè és quelcom que va units des del nostre deespertat dins dle món.

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  3. Molt interessant la relació que estableixes entre aquest artista i els pensasors Barthes i foucault. Segons Barthes, l’autor perd la seva essència quan comença a escriure, ja que en aquest moment deixa de ser un fet individual per a convertir-se en quelcom col.lectiu, que pot ser interpretable per el lector. Foucault, des d’un punt de vista estructuralista, respon a Barthes parlant de l’autor com a subjecte influenciat per l’entorn, arribant a la conclusió de que no existeix cap subjectivitat real.

    L’era d’internet ha derivat cap a noves formes de relació entre autor, lector i text, permetent –gràcies a la possibilitat d’interacció- deixar constància dels diferents punts de vista i impressions, atorgant més valor a la opinió i al debat. L’artista Douglas Davis ha volgut plasmar aquesta realitat en la seva obra, alhora que ha utilitzat la pròpia xarxa per a la creació i difusió artística de la seva obra, buscant espais alternatius diferents al tradicional (museu, galeries, etc…)

    Fonts consultades:

    – Pau Waelder, Estética del flujo. [Article on line].[Data de cosulta: 2/6/15] http://pauwaelder.com/articles/artes_32_media_art.pdf

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  4. Participo com a «lectoautor» del teu text. Tot i estar, en essència, d’acord amb el plantejament de Barthes i Foucault, em pregunto qui són realment els actors que configuren aquesta obra colectiva, doncs a l’hora de la veritat, no hi són representades totes les veus ni totes les opinions. No patirem de certa visió esbiaixada?

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